[:es]“De la prevención al bienestar” es el título de la ponencia que María del Mar Crespo, Responsable del Departamento de Prevención de Mutualia, impartirá el próximo 7 de marzo en Madrid en la Conferencia “Empresa Saludable más allá de la Prevención” del Instituto de Fomento Empresarial (IFE).
Hablamos con ella de la importancia de este bienestar en las organizaciones, situación actual y posibles acciones:
¿Cuál es el peso del bienestar en la empresa?
Nunca antes se había hablado tanto de empresa saludable y bienestar como actualmente. Los cambios en nuestra forma de vivir, con los adelantos tecnológicos, de conectividad, de formas de trabajo, de medicina, etc., hacen que necesariamente nos veamos conducidos a conseguir avances en el cuidado de la salud de personas que vivirán cada vez más años y que van a demandar una mayor calidad de vida.
En el ámbito de la gestión de las empresas también corren tiempos en los que se introducen nuevos enfoques y conceptos, como la gestión por valores, inteligencia emocional, liderazgo, resiliencia, empoderamiento y un largo etcétera. Todos ellos conceptos cuyo eje principal sigue siendo la persona y que constituye el eje central del éxito de las empresas que apuestan por ello.
La gestión de la persona en su forma global, dentro de la excelencia en la gestión de los procesos de desarrollo de personas, permite que las personas tengan la oportunidad de desarrollar sus capacidades individuales y que, además, puedan ser personas positivas y felices. Este es el objetivo de una empresa saludable.
¿Cómo de integrada se encuentra esta idea?
En ocasiones, la condición de “saludable o bienestar” es confundida con el nivel de seguridad y salud que exige el cumplimiento de las obligaciones legales, bien sea por el desconocimiento del verdadero cometido de la promoción del bienestar y la salud, o bien por el interés de calificar la empresa como “saludable” cuando en realidad se llevan a cabo actividades puntuales que no responden a un plan global basado en un análisis de necesidades y la consecución de objetivos saludables.
Pero al margen de estas situaciones, el contenido y desarrollo de las políticas que potencian el bienestar y la salud lo estamos viendo cada vez en más organizaciones. Comenzaron a aplicarlo las grandes empresas, muchas de ellas internacionales, que ya están viendo los resultados. Y poco a poco se están uniendo al carro empresas más pequeñas y locales. Incluso algunas micropymes están ya convencidas, a pesar de las dificultades y limitaciones que pueden tener.
¿Qué podemos hacer para aumentar esta cultura del bienestar en las empresas?
Cambiar la cultura de una organización no es una tarea sencilla, y para las pequeñas y medianas empresas puede implicar un importante esfuerzo. Aun así, tener una política que potencie el bienestar y la salud fuera y dentro del trabajo no tiene por qué suponer un coste importante. Se pueden hacer buenas prácticas, campañas, actividades outdoor, etc., ajustadas a un presupuesto limitado.
Para ayudarnos, una excelente manera de favorecer la expansión de la cultura del bienestar es promover el intercambio de experiencias empresariales. Todos aprendemos de todos. Compartiendo y observando lo que hacen otras organizaciones y adaptándolo a las propias prácticas y características.
Con las políticas de salud y bienestar se mejora la calidad de vida de las personas. Los motivos para abordar estos proyectos se justifican sobradamente:
- Mejora la conciliación y ahorra tiempos a las personas.
- Las personas están más sanas, motivadas y satisfechas.
- Mejora la salud, y reduce los accidentes y las enfermedades.
- Mejora las relaciones entre las personas.
- Reduce el estrés y ayuda a conservar la energía al salir del trabajo.
Además, e indirectamente, las empresas consiguen beneficios que son muy buenos argumentos para animar a las organizaciones a desarrollar estos programas:
- Crea orgullo de pertenencia a la empresa.
- Favorece la retención del talento y reduce la rotación del personal.
- Mejora el clima de la empresa, la motivación y la participación.
- Aumenta la productividad empresarial y reduce el absentismo.
- Mejora la imagen corporativa de la empresa.
- Crea entornos saludables y seguros.
- Aumenta la cultura preventiva de las personas.
Y desde el punto de vista económico tenemos también una buena justificación. Estudios realizados en diferentes países europeos y en Norteamérica demuestran que por cada euro invertido en empresa saludable, se genera un retorno de inversión de entre 2,5 y 4,8 euros en absentismo y de entre 2,3 y 5,9 euros en costes de enfermedad; y por otro lado, disminuyen hasta en un 26,1% los costes sanitarios y de seguridad social (incapacidades temporales y permanentes, pensiones, etc.)
¿Cómo nos pueden ayudar la innovación y la tecnología?
Para conseguir desarrollar un proyecto de un calado importante, es importante contar con un buen sistema de comunicación interna, portal, plataforma o canal específico de comunicación, donde albergar las iniciativas y contenidos que se puedan ir trasladando, así como la comunicación de eventos, recomendaciones, campañas, etc. La tecnología nos ofrece muchas opciones de herramientas generales de comunicación que pueden ser muy útiles.
También existen en el mercado herramientas desarrolladas específicamente para el desarrollo de proyectos dentro del ámbito de empresa saludable, así como las denominadas e-health para la gestión de la salud individual.
Por otra parte, es importante contar con un sistema de comunicación al exterior, a través de internet, redes sociales, etc., para difundir el mensaje fuera de la propia organización, hacia la sociedad. Igualmente unirse y seguir redes y asociaciones específicas, como la Red de Empresas Saludables del INSBT o Sello Gosasun, da visibilidad a la empresa y difunde la cultura del bienestar.
Las ayudas tecnológicas también nos ofrecen soporte para actividades concretas, como puede ser para el aprendizaje en entornos personales on-line, como plataformas de formación, nutricionistas, personal de entrenamiento o médicos virtuales, herramientas para la mejora de la conciliación y creación de oficinas virtuales en casa, o sistemas de monitorizado de la actividad física, el sueño, etc., a través de wearables, entre otras.
¿Cuál es el papel de Mutualia?
Mutualia es una Mutua Colaboradora con la Seguridad Social, reconocida con numerosos distintivos y premios: calidad, EFQM, medio ambiente, prevención, efr, igualdad, accesibilidad, gestión energética, calidad asistencial, seguridad del paciente… donde la persona es el pilar principal de nuestra gestión excelente y avanzada. Y para completar esa excelencia iniciamos el proyecto “Mutualia Osasuntsu Saludable” inicialmente dirigido a las personas de la organización.Analizando los datos obtenidos en un diagnóstico inicial del conocimiento del aumento progresivo general de patologías de origen metabólico (como las enfermedades cardiovasculares), así como de la falta de conciencia sobre cuestiones nutricionales o de actividad física de primer orden, decidimos adherirnos a la Declaración de Luxemburgo con un doble objetivo. Por un lado, trabajar para conseguir personas sanas, positivas y felices dentro de la organización y, por otro lado, teniendo claro que somos agentes de cambio: hacer extensiva nuestra experiencia y objetivo a otras empresas de nuestro entorno.
De esta forma, el proyecto “Mutualia Osasuntsu Saludable” se convierte en un ambicioso proyecto que tiene el propósito de desarrollar programas para la promoción de la nutrición, la salud, el deporte, el bienestar y la conciliación y la diversidad dirigidos a las personas que componen Mutualia y ser proactivos y aunar esfuerzos para que otras organizaciones y empresas del entorno se sumen a esta cultura, sean más saludables, porque estamos seguros que consiguiendo este objetivo serán también empresas más seguras y sostenibles con personas más felices y satisfechas.[:]