Las pirámides de población muestran una realidad incontestable. La población Española ha envejecido. Y esto no sólo se produce por la disminución de la natalidad, sino por los incuestionables avances en medicina, que han logrado que los índices de mortalidad disminuyan considerablemente.
Al margen de las políticas de ayuda para solventar el problema de la falta de niños, el aumento de personas mayores de 65 años nos conduce a una nueva necesidad: Lograr que esas “personas mayores” vivan con una calidad de vida más que aceptable, que sean lo más independientes posibles, durante el mayor tiempo posible, y que el gasto sanitario y social no se dispare a límites inasumibles.
Por ello en los últimos tiempos hemos comenzado a introducir en nuestras vidas conceptos sanitarios como la ayuda a domicilio (AaD), la hospitalización a domicilio (HaD) o los cuidados paliativos.
Estas alternativas están siendo cada vez más demandadas por la población y supone una ayuda esencial en el cuidado de las personas mayores hasta sus últimas horas.
La AaD consigue que, personas que ya no pueden realizar solos las tareas diarias, limpieza, visitas, compras, comidas…etc, por su edad, estado de salud y por el riesgo que tienen de sufrir accidentes domésticos, puedan seguir viviendo en sus casas, con todas las necesidades básicas cubiertas. Esto supone que los ingresos en residencia disminuyan, y que el desarraigo con sus amigos, vecinos y comunidad sea mucho menor.
La HaD es otra de las alternativas que más está creciendo en los últimos años. Consiste en recibir en el domicilio, cuidados especializados de modo que el tiempo de hospitalización disminuya y los pacientes sigan recibiendo atención sanitaria en sus casas. Esto supone un gran ahorro de recursos, además de lograr que el paciente vuelva a su entorno, y se sienta más cómodo y arropado por sus seres queridos sin perder un ápice en los cuidados que precise por su enfermedad.
El precio mínimo de un día de estancia en un hospital ronda los 370 euros, sin contar pruebas complementarias o especiales e intervenciones quirúrgicas, pero en el domicilio ese gasto se puede llegar a reducir hasta en un 50%.
De los pacientes atendidos en el domicilio, un 30% aproximadamente son pacientes calificados como “agudos”. Esto significa que esas personas ingresaron en el hospital por una enfermedad que precisaba una actuación urgente, pero que una vez recibieron los cuidados pertinentes, su gravedad disminuyó y pudieron seguir su convalecencia en su domicilio, recibiendo el tratamiento y las visitas necesarias.
Otro tanto por ciento importante (alrededor de un 20%) de los pacientes que se pueden beneficiar de la hospitalización a domicilio son los denominados pacientes “crónicos”. Pacientes con patologías de larga duración, en muchos casos sin cura, que van a necesitar cuidados continuados y que, o bien se han desestabilizado en sus patologías y precisan de una atención más exhaustiva, o bien son personas mayores que no saben o no tienen la capacidad de controlar por sí mismos la medicación, o los cuidados básicos.
Un último grupo lo conformaría aquellos pacientes con patologías oncológicas o en enfermedades en estadios muy avanzados en los que los cuidado paliativos lograrán que los últimos momentos de sus vidas sean lo más placenteros posibles, y con el menor sufrimiento. Estos pacientes necesitan de un cuidado integral que alivie no sólo a los enfermos sino a sus familiares, dando todo el apoyo emocional que necesiten.
Por eso los equipos de los servicios de hospitalización a domicilio están compuestos tanto por médicos y personal de enfermería, como por administrativos, trabajadores sociales y/o psicólogos, de modo que todas las áreas de atención personalizada estén completamente cubiertas.
Estos servicios están siendo tan demandados que no sólo las administraciones públicas están tomando nota, sino que las entidades privadas se han puesto en marcha para formar equipos que puedan cubrir de manera efectiva esta nueva necesidad social. Tal es el caso del Grupo Init que ha entrado en el ámbito de la atención sanitaria de la mano de Suara Cooperativa, especialistas en el sector de la atención a las personas. Juntos, han adquirido la empresa especialista en cuidados paliativos Paliagruptc para desarrollar un proyecto orientado a la atención paliativa, con un servicio de atención en el domicilio.
El futuro de la atención sanitaria, pasa, sin duda, por desarrollar servicios de estas características que consigan un seguimiento de los pacientes y un cuidado integral de los mismo dentro del ámbito del domicilio, no sólo, como hemos comentado para reducir el gasto sanitario y velar por la mayor comodidad de los pacientes, sino para descongestionar y agilizar la atención en los centros hospitalarios y lograr así reducir listas de espera. En resumen, mejorar la sanidad a todos los niveles.